Una historia y Un legado

La mola es mucho más que un textil artesanal: es un símbolo de resistencia cultural, identidad colectiva y expresión artística ancestral del pueblo Guna, una de las comunidades indígenas más organizadas y culturalmente resilientes de América Latina, ubicada en la región de Guna Yala, en la costa caribeña de Panamá

Un arte profundamente simbólico

Los diseños de las molas no son aleatorios: cada uno cuenta una historia. Representan animales míticos, plantas medicinales, símbolos protectores, escenas del día a día, mitos tradicionales o incluso reinterpretaciones de elementos modernos, siempre filtrados por la mirada cultural Guna. En cada pieza hay una narrativa silenciosa, un testimonio vivo del conocimiento transmitido de generación en generación.

Actualmente, la mola ha llegado a ferias de arte, museos, pasarelas de moda en el mundo entero. Sin embargo, para los Gunas, sigue siendo algo sagrado. Por eso, muchas mujeres venden sus molas como una forma de sustento económico, pero también como una manera de compartir su cultura con respeto, dignidad y autenticidad.

Significado

En el idioma Guna (dulegaya), mola significa “ropa”. El vestido completo tradicionalmente incluye una falda (en dulegaya: saburet), una bufanda para la cabeza roja y amarilla (en dulegaya: musue), mangas para los brazos y piernas (en dulegaya: wini), un anillo de oro en la nariz (en dulegaya: olasu), y aretes en adición a la blusa (en dulegaya: dulemor).

Se asumen que las molas más viejas tienen entre 150 a 170 años de antigüedad.

El rol de la mujer y

Las molas son confeccionadas exclusivamente por mujeres Guna. Desde pequeñas, las niñas observan y aprenden este arte de sus madres y abuelas, quienes no solo enseñan la técnica, sino también los significados espirituales y culturales que conlleva. Crear una mola es un acto de paciencia, amor, memoria y resistencia.

la transmisión cultural

Cada pieza puede tomar entre una semana y 6 meses en completarse, dependiendo de la complejidad del diseño y del número de capas de tela (generalmente entre 3 y 7). Al adquirir una, estás accediendo a una creación única.

Identidad, dignidad y resistencia

La mola también se ha convertido en un símbolo de lucha. Durante el siglo XX, cuando el Estado panameño intentó imponer la cultura occidental en las comunidades indígenas, los Gunas resistieron fuertemente, en lo que se conoce como la Revolución Tule (1925). Las mujeres Guna, vistiendo con orgullo sus molas, fueron parte esencial de esa resistencia. Desde entonces, vestir y producir molas es también un acto político y de afirmación cultural.

“En nuestra tienda, cada mola que ves ha sido confeccionada a mano por una mujer Guna. Tu compra no solo apoya directamente a la artesana y su familia, sino que también ayuda a preservar una tradición milenaria que sigue viva, colorida y vibrante”.

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